¡Comenzamos con este blog! Hablemos de la experiencia recorriendo el ejido La Flor de Jimulco ubicado en el polígono sur del municipio de Torreón, Coahuila, México. Es parte de los ejidos que conforman la Reserva Ecológica Sierra y Cañón de Jimulco que a su vez está dentro de los confines del Desierto de Chihuahua. Su naturaleza desértica nos brinda un entorno de sequía y magia, donde la fantasía post apocalíptica de un árido desierto hundido bajo el radiante sol se vuelve realidad, pero el milagro de las formas de vida que se aferran a la sobrevivir se hace presente.
Este bello espacio cuenta con variada vegetación, con una misma cualidad: saben sobrevivir con el mínimo de agua. Cuando llegas a La Flor de Jimulco tienes dos opciones, caminar hacia el suroeste sobre la carretera principal para dirigirte al cause el río Aguanaval, que dependiendo de la zona puede tener una corriente peligrosa o más tranquila, o caminar al noreste hacia las faldas del cerro Centinela.
Entre más te vas adentrando al Centinela la vegetación te va demostrando como se sobrevive en una entorno tan rudo: del mismo modo, siendo rudo.
Desde tu llegada te encontrarás con incontables cantidades de gobernadora (Larrea tridentata) que es justo de ahí que recibe su nombre, por ser la planta más abundante de la zona, esta planta típica del desierto se encuentra desde Estados Unidos hasta el desierto de Chihuahua.
Encontrarás también Maguey (agave salmiana), una planta de tamaño medio a grande, con gruesos tallos cortos, de 1.5 a 2 m de alto y frecuentemente el doble de ancho con raíces fuertes, de rápido desarrollo, aprovecha las aguas del susbsuelo para sobrevivir al ingrato desierto.
Esta es sólo una parte de la vegetación que encontrarás en tu visita a La Flor de Jimulco, ¡si quieres saber más, no te pierdas el resto de nuestras entradas!
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